LOS ACEITES ESENCIALES

Los aceites esenciales son muy útiles para conseguir el bienestar y el equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu. Son utilizados desde la Antigüedad para usos alimentarios, higiénicos y medicinales. Son el alma de la planta, su energía vital, su esencia. Trabajan a nivel físico y químico, a nivel energético y vibracional, a nivel emocional y del subconsciente.

El olfato es el sentido que conecta directamente con el sistema límbico, capitaneado por la amígdala (cerebro primitivo) donde duermen nuestras emociones básicas como el miedo, la rabia, el instinto de supervivencia, la alerta, el inicio del estrés en el sentido positivo. Por ello el olfato es muy útil como aliado terapéutico puesto que hay aromas que pueden despertar el campo emocional como llaves que abren los candados que nos bloquean a través de las fibras nerviosas olfativas.

La aromaterapia nos ayuda de muchas formas, entre ellas:

  • Es rápida y efectiva en el ámbito físico y en el ámbito emocional.

  • Es buen remedio contra algunas bacterias, respetando el cuerpo sin arrasar con toda la flora como hacen los antibióticos.

  • Funcionan muy bien para tratar las enfermedades de la piel y siempre de forma respetuosa con el cuerpo y con el medio ambiente.

  • Es una terapia natural y holística que trabaja cuerpo, mente y alma buscando el equilibrio entre los tres.

  • Ayuda a equilibrar las emociones, a solventar alteraciones físicas y a prevenir enfermedades.

Por todas estas razones es muy recomendable utilizar los aceites esenciales como un complemento en nuestro día a día, para conseguir ambientes relajados, para meditar, para calmar dolores musculares o molestias respiratorias, etc.

Los aceites esenciales más útiles desde mi punto de vista son: el de Romero, Bergamota, Limón, Menta, Lavanda, Arbol de té, Laurel...y hay muchos más con propiedades muy interesantes que merece la pena conocer.